Crónica de una acción de denuncia
Este sábado 10 de diciembre –día de
los DDHH- sobre las 15 hrs. Plenaria Memoria y Justicia desembarcó en Parque
Miramar. El motivo; señalar el nuevo escondite de José Nino Gavazzo.
Cuando a los torturadores, asesinos,
violadores y secuestradores, se les brinda la libertad de estar en sus casas,
amparados por la impunidad que les brinda el Estado, la memoria se pone en
acción.
A finales de Noviembre el semanario
Brecha dio a conocer la noticia de que finalmente el torturador obtuvo el
permiso de la justicia para mudarse a un lugar donde sin duda va a poder
movilizarse con más impunidad que en su anterior domicilio en donde gracias a
la condena social, el criminal ya estaba escrachado.
Frente a esta nueva situación,
nuestra postura fue unánime: ¡A donde
vaya lo iremos a buscar! Dijimos y sí,
a donde vaya va a ser señalado, sus vecinos van a saber que está ahí y lo van a
repudiar como pasó en Pocitos. Porque no olvidamos sus morbosos e impunes
acosos al pueblo, su soberbia tortuosa, su sádica sonrisa de muerte, la condena
social llena el vacío que el Estado le concede como beneficios. Por eso teníamos
que señalar su nueva casa de García Lorca 7818 en Parque Miramar.
La premisa; llegar de forma no
anunciada frente a su nuevo escondite cargados de carteles, leer su prontuario
y partir, y mientras organizábamos la visita sorpresa nos enteramos de que la
causa que la familia de Gavazzo abrió contra la compañera de Plenaria, Irma, finalmente
fue archivada.
Sábado 10
de Diciembre
A las 15: 03 llegamos a la puerta de
su lujosa casa, nos paramos con carteles de compañeros y compañeras
desaparecidas, otros y otras de rodillas con capuchas de tortura para recordar
cómo era. Julio Castro, Elena Quinteros, Adalberto Soba, León Duarte, Gerardo
Gatti, fijaron sus eternos ojos en su puerta. El legado de lucha de los
compañeros y compañeras encarnados en la acción de la memoria no lo dejan ni lo
van a dejar en paz.
El silencio se rompió con la lectura
a voz alta de su extenso prontuario. “La justicia lo ha procesado por 28
crímenes, ha cometido muchos más. Hoy vive rodeado de lujo, ostentando todos
los privilegios que la impunidad puede comprar en su nueva –supuesta- prisión
domiciliaria. Pero no importa cuántas veces se mude ni de cuantos lujos se
rodee… ¡A donde vaya lo iremos a buscar!” Y
continuó: “Gavazzo
solía torturar a sus víctimas a cara descubierta y, entre otros detalles, le
producía deleite encender cigarrillos con un Zippo que lucía el emblema de la
CIA y que le había sido obsequiado tras sus cursos en los servicios
estadounidenses.”
Los
minutos de la tarde sabatina pasaron, la tortura y el secuestro prosigue, la
acción duró unos cuantos minutos, acompañada por vecinos que se arrimaron a
solidarizarse. Está claro, ¿a quién le gustaría vivir al lado de un torturador
asesino como Nino? Los encapuchados y encapuchadas seguían de rodillas al sol,
los carteles con las caras de las y los desaparecidos continuaban de pie, sus
torturas en el S2 del Grupo de Artillería Nº 1 integrado a la oficina
Coordinadora de Operaciones Antisubversivas (OCOA), en Automotores Orletti en
Buenos Aires, seguían expresándose desde la calle. Los vecinos expresaron su
desprecio a Gavazzo y su apoyo a la acción con aplausos.
Nuestra
postura quedó bien clara, Gavazzo no va a gozar de su libertad en paz.
Esta es la
primera de varias acciones que realizaremos para recordarle que el pueblo no
olvida, que la memoria se moviliza, que
la lucha de las compañeras y compañeros que asesinó y de los que mantiene
desaparecidos, está más viva que nunca. No nos interesan las prebendas y los
beneficios que la in-justicia del Estado les brinde a los torturadores sueltos,
la condena social movilizada es el mecanismo del pueblo para quebrar la
impunidad que ostentan.
“¡Elena
Quinteros, presente! ¡Adalberto Soba, presente! ¡Simón Riquelo, presente! ¡Julio
Castro, presente! ¡Ahora y siempre!”. Así sobre las 15: 20 fue llegando el
final de la acción. La del estribo la entonó un compañero con sus ojos
vendados, que con su flauta traversa entonó una canción original que terminó de
estremecer el ambiente. Profundos sonidos de la memoria que, como dice la
murga, se van prometiendo volver.
Vídeo de la actividad
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