22 de mayo de 2017

Comunicado: Ante el fallo de la Justicia en el caso Mermot



La muralla de la impunidad esta aun en pie y debemos quebrarla.

En cada marcha del 20 de mayo el Estado se lava las manos y se cubre con el velo de la impunidad, mientras libera a los torturadores. Una nueva marcha llena de reclamos parece no importarles. La memoria arde, sigue viva como lo planteo el compañero Ibero Gutiérrez en 1970:

Ahora están no estando.
Como asesinados del silencio.

Miles y miles marchando es la expresión de miles que no están dispuestos a resignar el reclamo de verdad y justicia. Es importante en la medida que eso se convierta en memoria activa y participación en cada acto de repudio a los represores, en cada escrache y cada rescate. Porque ¿Qué peso tiene una denuncia judicial sin condena social? ¿Dónde radica la clave para sacudir la modorra del olvido y la complicidad?

Tanto el juez Martin Gesto que otorgó prisión domiciliaria a Gavazzo y Rama, como los jueces que liberaron a Zabala y Rivero, como la jueza Blanca Rieiro quien no hizo lugar al pedido fiscal y defendiendo a Mermot lo absuelve, están mostrando como la impunidad está operando cruel y calladamente.   Estos jueces junto a todo el aparato jurídico del Centro y Circulo Militar, Rossana Gavazzo, Graciela Figueredo, Martin Ojeda y Fernando Posada liberan una y otra vez a los impunes defensores de la tortura y los torturadores.

Miles queremos justicia. Más de un millón de memoria no transó con la impunidad. Los que transaron fueron la clase política a través de todos los sucesivos gobiernos desde el Pacto del club Naval.  El que sigue teniendo la responsabilidad es el Estado.

Mermot dice no saber ni haber visto nada. Pero no solo estuvo en lugares claves sino que fue mando. Y todos ellos fueron y son culpables. Y siguen callando  para mantener esta omertá.




Este es el impune Teniente General que absolvió la jueza Rieiro.
Pero esta es parte de su “hazañosa” carrera.

  • RAÚL GUALBERTO MERMOT DEBALI, ingresa al Ejercito en 1951(Arma de Caballería)
  • C.I. Nº 610.141-6
  • Mermot asumió el grado máximo del Ejército el 1º de febrero de 1996, subrogando al teniente general Juan Curutchet.
  • Siendo General, 1990, fue director del Servicio de Sanidad de las Fuerzas Armadas y comandante de la División de Ejército III.
  • Durante la dictadura fue intendente interventor del departamento de Rivera.
  • Luego fue jefe de Policía de Artigas
  • Y posteriormente jefe de Policía de Montevideo en 1984.
  • Presidió el Círculo Militar "Gral. Artigas".
  •  Fue comandante en jefe del  Ejército. Renunció al cargo en diciembre de 1997 al discrepar con el decreto presidencial que reparó la carrera militar a un grupo de oficiales destituidos durante la dictadura. Obsecuente y leal subordinado a Julio María Sanguinetti, no terminó su mandato-por poco tiempo. Su sucesor fue Fernán Amado.
  • Pertenece a la Logia llamada “Dinastía Militar” sus principales dirigentes “son los depositarios de un don místico y casi divino”, de allí surge el carácter de Dinástico de sus integrantes y esto es heredado de sus progenitores. Ser hijo de…Generales o Coroneles de las “épocas gloriosas” (Terrorismo de Estado), familiar en algún grado de los primeros y también aquellos serviles útiles o aquél protegido por alguno de los hijos de…, son las peculiaridades de esta agrupación seudo-orgánica, pero efectiva en los hechos. Aparte de  “los hijos de…”, se encuentran los otrora “Chucrut” (de la Artillería) y los pocos que quedaron de la “Botanostra” (de la Caballería).
  • En 2006 el gobierno argentino solicitó por segunda vez a la justicia uruguaya que ordene su extradición por violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura debido al secuestro y la desaparición de personas en el marco del  Plan Cóndor.
  • En febrero de 2009, conjuntamente con el diputado colorado Daniel García Pintos, presentaron la agrupación Identidad Oriental, lista 1811, con la cual apoyaron la precandidatura presidencial de José Amorín en las elecciones internas.
  • En 2010 Mermot defendió públicamente a los represores encarcelados por violar derechos los humanos y los calificó de «presos políticos» Los 14 de abril son sus tribunas favoritas para defender el Terrorismo de Estado.


  • Mientras la gente marcha hace 22 años en silencio los milicos no paran de vociferar  desde sus tribunas.  

    Frente a una in-justicia que continúa operando con la misma responsabilidad impune de ayer y permanece inamovible, imperturbable en su actitud indulgente con los represores que siguen negando la verdad sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas  en la última dictadura cívico-militar y absuelve al teniente general Raúl Mermot, quien sosteniendo la “teoría de los dos demonios”, justifica y por tanto reivindica las torturas cometidas en aquella época oscura.

    Y quien tiene la osadía de adoptar un verdadero compromiso e investigar sobre las denuncias hechas contra más de 500 represores responsables de graves  delitos de lesa humanidad, son removidas de su cargo. La jueza Mariana Mota no solo fue sacada de su trabajo, se le borra del medio de un plumazo y se encajonan los más de cincuenta expedientes sobre personas desaparecidas, asesinadas, torturadas.

    Y a quienes se oponen a estas medidas patoteras se les persigue y condena, como en aquellos tiempos.

    Parece ser que el Estado, en una despótica práctica sistemática  y sistémica  de desmemoria oportunista y obligatoria, pretende permanecer incólume ante el señalamiento de la condena social.

    Condena social que se mantiene alerta ante la impunidad de ayer y de hoy.

    El Estado se niega a que los juicios sean públicos. Cuanto menos sepamos mejor para los impunes.

    Los Gestos  que la impunidad mantiene sostienen los pactos. Esos Gestos “son humanitarios” con los viejitos que otrora no tuvieron ni una pisca de humanidad con las presas y los presos de la dictadura.

    Son los que tras sus poderes titubean a la hora de condenar a los empresarios corruptos, cómo en el caso del incendio de Toledo, donde los dueños de Meteoro dejaron morir calcinados a sus empleados por pura negligencia codiciosa

    Es el mismo Estado  negligente inhumano que condena al pobrerío a la miseria y al encierro. El que  permite que en las mazmorras de su sagradas instituciones los presos mueran asesinados o prendidos fuego. Es el mismo Estado patriarcal que continúa  perpetuando la impunidad.

    No hay olvido. No hay perdón. No hay reconciliación. La memoria y la condena social nos llaman a más luchas, nos convocan al camino.

    A quebrar la impunidad
    A desmantelar el Circulo y el Centro Militar
    De la condena social no podrán escapar.

    Plenaria Memoria y Justicia
    21 de Mayo 2017




    1 comentario:

    1. Estoy de acuerdo

      "Hacen como que hacen...Pero no....No hacen..nada. 😈.
      😈

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